martes, 16 de noviembre de 2021

El Mantel

El nuevo Sacerdote,  recién asignado para reabrir una iglesia en los suburbios  de Brooklyn, New York,  llegó a comienzos de octubre  entusiasmado con su primera oportunidad.  Cuando llegó a la iglesia se encontró  con que estaba en pésimas condiciones y requería de mucho trabajo de reparación.  Se fijó la meta de tener todo listo a tiempo para la Nochebuena.  Trabajó arduamente, reparando los bancos, revocando las paredes,  pintando, etc., y para el 18 de diciembre ya había concluido con casi todos los trabajos, adelantándose a la meta trazada. 

El 19 de diciembre cayó una terrible tempestad que azotó el área                       por dos días completos.  El día 21 el sacerdote fue a ver la iglesia. Su corazón se contrajo cuando vio que  el agua se había filtrado a través   del techo, causando que una área considerable del revoque, de unos 20 por 8 pies había caído de la pared frontal  del santuario, exactamente detrás  del púlpito, dejando un hueco que empezaba como a la altura de la cabeza.  El sacerdote limpió el desastre en el piso, y no sabiendo que mas hacer sino posponer el servicio de Nochebuena, salió para su casa.  En el camino notó que una tienda local estaba llevando a cabo una venta del tipo "mercado de pulgas",  con fines caritativos, y decidió entrar. Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho a mano, color hueso,  con un trabajo exquisito de aplicaciones, bellos colores y una cruz bordada   en el centro.  Era justamente el tamaño adecuado  para cubrir el hueco en la pared dañada.  Lo compró y regresó a la iglesia.   Ya para ese entonces había  comenzado a nevar.  Una mujer mayor iba corriendo  desde la dirección opuesta tratando  de alcanzar el autobús, pero finalmente  lo perdió. El sacerdote la invitó a esperar en la iglesia, donde había calefacción,  por el próximo autobús que tardaría  45 minutos más en llegar.  La señora se sentó en el banco  sin prestar atención al sacerdote, mientras  este buscaba una escalera, ganchos, etc., para colocar el mantel como tapiz  en la pared. El sacerdote apenas podía creer lo hermoso que lucía y como cubría todo el área de problema.  Entonces el miró a la mujer que venía caminando hacia donde él se encontraba.  Su cara estaba blanca  como una hoja de papel.  "Padre, ¿Dónde consiguió usted ese mantel?”  El padre le explicó.  La mujer le pidió revisar la esquina inferior derecha para ver si las iniciales  EGB aparecían bordadas allí. Si estaban...  Estas eran las iniciales de la mujer  y ella había hecho ese mantel 35 años atrás, en Austria.  La mujer apenas podía creerlo  cuando el padre le contó   como acababa de obtener el mantel.  La mujer le explicó que antes  de la guerra ella y su esposo tenían  una posición económica holgada  en Austria. Cuando los Nazis llegaron,  la forzaron a irse. Su esposo debía seguirla la semana siguiente.  Ella fue capturada, enviada a prisión   y nunca volvió a saber de su esposo,  ni de su hogar. 

El padre la llevó en el coche hasta  su casa y ofreció regalarle el mantel,  pero ella lo rechazó diciéndole  que era lo menos que podía hacer después de la amabilidad que él había tenido con ella. Se sentía muy agradecida pues vivía  al otro lado de Staten Island  y solamente estaba en Brooklyn  por el día para un trabajo de limpieza  de una casa. 

Que maravilloso   fue el oficio de la Nochebuena!   La iglesia estaba casi llena.  La música y el espíritu que reinaban   eran increíbles.  Al final del servicio, el sacerdote despidió a todos en la puerta  y muchos expresaron que volverían.  Un hombre mayor, que el pastor reconoció del vecindario,  seguía sentado en uno de los bancos mirando hacia el frente,  y el padre se preguntaba  porque no se iba.  El hombre le preguntó   donde había obtenido ese mantel  que estaba en la pared del frente,  porque era idéntico al que su esposa había hecho años atrás en Austria  antes de la guerra y cómo podía haber dos manteles tan idénticos?  El le relató al padre como llegaron  los Nazis y como el forzó a su esposa   a irse, para la seguridad de ella,  y como el estaba dispuesto a seguirla, pero había sido arrestado y enviado  a prisión. Nunca volvió a ver a su esposa ni su hogar en todos aquellos 35 años.  El pastor le preguntó si le permitiría llevarlo con él a dar una vuelta.    Se dirigieron en el auto hacia Staten Island, parando en la misma casa donde el padre había llevado a la mujer  tres días antes.  Ayudó al hombre  a subir los tres pisos de la escalera  que conducía al departamento  de la mujer  . Tocó en la puerta y presenció la más bella reunión de Navidad  que pudo haber imaginado.  Una historia real - ofrecida por el Padre Rob Reid, quien dice que Dios trabaja  en forma silenciosa.
Le pedí a Dios bendecir a todo el que leyera esta hermosa historia  y le protegiera a él y a sus seres queridos.                                               Su amor está siempre contigo, por eso, cuando el camino que estés cruzando parezca difícil en extremo encomiéndate a Dios,  Él hará el resto.

1 comentario: