martes, 28 de febrero de 2017

12 bibliotecas digitales gratis en español para consultar online

Internet se ha convertido en uno de los principales aliados del periodismo, de la educación y del aprendizaje. Además de para publicar y difundir contenidos, navegar en busca de fuentes o formarte gracias a los MOOC y cursos online gratuitos, en la red también puedes encontrar bibliotecas digitales gratis, sumamente útiles para realizar consultas de forma cómoda, sencilla y legal. Todas ellas constituyen un recurso digital de gran ayuda tanto para lectores como para escritores.
Si te encuentras investigando en torno a un tema concreto para un artículo, estudio o reportaje, precisas hacer una consulta rápida vía online, deseas escribir con mayor profundidad acerca de un tema o sencillamente, aprender, presta atención a las siguientes bibliotecas online gratuitas. ¡Toda la información que precisas a un par de clics de distancia!

12 bibliotecas digitales de acceso gratuito y en español
•Portal de Archivos Españoles (PARES): Esta iniciativa pertenece al Ministerio de Educación Cultura y Deporte, el cual se propuso difundir en soporte digital el amplio Patrimonio Histórico Documental Español. Si quieres consultar cualquiera de sus documentos y echar un vistazo a sus imágenes digitalizadas, esta web es ideal.

•Europeana: Este interesante proyecto de libros online pertenece a la UE. Los diferentes países que la integran nutren esta biblioteca digital de contenidos variados desde 2008, por lo que podrás descargarte a través de ella desde libros y artículos a mapas, sonidos, ilustraciones, pinturas o cine, de forma totalmente gratuita.

•Biblioteca Digital Mundial: Esta biblioteca digital nacida en 2009 y conocida como la WDL depende de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y de la UNESCO. Gracias a las múltiples aportaciones de numerosos países ofrece un amplio espectro de contenido en castellano, que encontrarás con facilidad mediante su eficaz buscador. Especialmente despunta su rica variedad de información histórica y cultural.

•Biblioteca Nacional de España: La versión online de la Biblioteca Nacional de España permite a cualquier usuario de la red acceder de forma gratuita para consultar, leer y descargar documentos de los últimos 500 años. Desde su apartado de hemeroteca digital a sus secciones de Museo, Actividades, Catálogo, Colecciones o Servicios, nos encontramos ante una de las bibliotecas digitales gratis más completas.


•Proyecto Gutemberg: Esta valiosa colección digital es posible gracias a la colaboración de miles de voluntarios. A pesar de que el groso mayoritario se encuentra en inglés, también hay numerosos contenidos en castellano. Aquí puedes acceder a más de 20.000 libros digitales, y más de 100.000 si tenemos en cuenta las webs que están afiliadas y que podremos encontrar en su web. Descargas gratuitas, legales, y en varios formatos para tus dispositivos electrónicos y de lectura.

•Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: Un lugar idóneo y una web muy cuidada y de excelente diseño para consultar gratis datos históricos, biografías de personajes importantes, leer poesía o ampliar tu información sobre literatura, especialmente española y latinoamericana.

•Biblioteca Virtual de Patrimonio Bibliográfico: Otro proyecto online impulsado por Ministerio de Educación, Cultura y Deporte español, que te brinda el acceso gratis a toda clase de colecciones de manuscritos y libros impresos digitalizados que forman parte del Patrimonio Histórico Español. Evita las búsquedas complejas, difíciles y tediosas gracias a su buscador online.

•Biblioteca Virtual de Prensa Histórica: Esta plataforma nace tras la colaboración del Ministerio de Cultura, las Comunidades Autónomas y otras instituciones para digitalizar la Prensa Histórica publicada en España y preservar de esta forma su memoria. Con esta completa hemeroteca digital de prensa española podrás buscar cualquier palabra o contenido de periódicos y publicaciones nacionales.

•Ciberoteca: Al auspicio de la Fundación Bancaja nacía este proyecto, que brinda el acceso a más de 45.000 textos literarios, científicos y técnicos, además de facilitarte la posibilidad de entrar en otros cientos de bibliotecas virtuales afiliadas. Su inmensidad de contenidos la hace merecedora de su sobrenombre “La biblioteca virtual más grande del mundo". bibliotecas”. Un apartado muy interesante es su sección denominada Autor del Mes.

•Wikisource: Se trata de uno de los valiosos recursos online de la fundación Wikimedia que ofrece una recopilación de textos libres bajo licencia GFDL o Creative Commons. El castellano es uno de los idiomas en los que hay material disponible, habiendo en este momento 112 548 textos en español.

•Bibliotecas Digitales por Comunidades Autónomas: Las diferentes Autonomías cuentan con bibliotecas digitales para consultar, leer o descargar diferentes tipos de material audiovisual o de texto.

•Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico: Si eres un aficionado a la botánica, esta es tu biblioteca digital de referencia, con abundante material científico-histórico para la investigación y el aprendizaje sobre las especies vegetales.

Artículo publicado en TICbeat

Cómo detectar la enfermedad que provoca ceguera en unas pocas horas

La Arteritis de células gigantes suele afectar a adultos mayores de 50 años. 
Cada año unas 3000 personas pierden la vista tan solo en Reino Unido por una enfermedad llamada arteritis de células gigantes.

Los síntomas son repentinos y provocan ceguera permanente.
La doctora Selyha Ahsan habló con un grupo de personas afectadas por esta enfermedad y explica qué puede hacerse para evitarla.
"Mi cuñada perdió mucho peso, no tenía ánimo, le dolía el cuero cabelludo, la mandíbula. Y cuando digo que le dolía el cuero cabelludo me refiero a que ni siquiera podía peinarse", afirma Amanda Bartlett.
"A las cuatro horas de llegar a emergencias, se sentó a mi lado, tomó mi mano y me dijo, "Amanda, no puedo ver nada". Y esa misma tarde perdió la vista".
Otra mujer comenta que le dolía la mandíbula, el cuello, los oídos y los hombros. Todo culminó con una especie de destello en un ojo y tres minutos después perdió la vista en ese ojo.

Señales de alerta
Al comienzo la gente piensa que se trata de migraña. Una persona lo describió como "un dolor intenso, como si estuviesen estrujando mi cerebro".
Pero en realidad son síntomas de la arteritis de células gigantes (ACG). Ocurre cuando las arterias en la cabeza y cuello se inflaman y células gigantes se acumulan en las paredes de la arteria.
Una de esas arterias lleva sangre al nervio óptico que transmite información de la retina al cerebro. Bloquear ese nervio y dejarlo sin sangre puede provocar ceguera permanente.
El tiempo para lograr un tratamiento eficaz es escaso, en algunos casos unas pocas horas. Lo único que puede funcionar es un tratamiento inmediato de esteroides.

Éstas son algunas señales de alarma que deberías vigilar:
•Dolores de cabeza agudos y repentinos que no se quitan con analgésicos. Tienden a afectar un lado de la cabeza o sien.
•Hipersensibilidad en la cabeza o cuero cabelludo, provocando que cepillarse el pelo sea doloroso.
•Arterias temporales inflamadas y visibles al ojo.
•Dolor en la mandíbula cuando hablas o masticas.
•Problemas de visión incluyendo visión doble, borrosa y pérdida de visión en uno o ambos ojos.

Mayores de 50 años
Los síntomas de esta enfermedad normalmente evolucionan muy rápidamente pero hay señales tempranas que deberían servir de alerta como pérdida de peso, sudor durante el día y la noche, cansancio, algo de fiebre, pérdida de apetito y depresión.
Está relacionada con otra enfermedad menos seria llamada polimialgia reumática o PMR que provoca dolor muscular e inmovilidad. Estas enfermedades pueden desarrollarse de forma independiente pero suelen ocurrir al mismo tiempo.
En Reino Unido la ACG afecta a una de cada diez personas que sufren PMR.
La ACG suele afectar a adultos mayores de 50 años y es tres veces más común en mujeres que hombres. También es siete veces más común en gente blanca que negros o asiáticos.
Cualquier persona que se sospeche que pueda padecer esta enfermedad debería ser analizada con ultrasonido. Si un paciente tiene ACG, el escáner mostrará una banda oscura alrededor de la arteria temporal.
Este tipo de diagnóstico, creado por un especialista reumatólogo llamado Bhaskar Dasgupta y que da resultados en muy poco tiempo, redujo el número de casos de 17 al año a sólo uno en el hospital universitario de Southend.
Así que cuidado con cualquiera que sufra de repente de dolor en el cuero cabelludo y no pueda ni siquiera peinarse, y otros síntomas.

Fuente: http://servicios.lanacion.com.ar/herramientas/solo-texto/1985819

¿Cómo funciona el bastón para personas ciegas o con baja visión?

 El bastón supone para la persona ciega o con baja visión una
prolongación de su cuerpo. Esta herramienta táctil, fabricada con
fibras sintéticas, guía los pasos de la persona con discapacidad
visual, haciéndole notar sobre qué tipo de superficie está caminando y
proporcionándole asimismo información acerca de su ubicación. El
contacto del puntero con el suelo remite unas vibraciones a la persona
ciega, que son más intensas cuanto más dura es la superficie sobre la
que se encuentra.
Este gran invento fue y sigue siendo en la actualidad la mayor fuente
de independencia y autonomía de las personas que no vemos.

La técnica de uso del bastón consiste en realizar movimientos con el
mismo, demarcando o “dibujando” una especie de arco desde la
empuñadura del bastón hasta el otro extremo más próximo al piso. Este
“arco” demarcado con el movimiento del bastón nos permite detectar
obstáculos, escalones, o cualquier elemento que sea peligroso para el
desplazamiento de la persona por calles, veredas o lugares interiores.
El bastón es un elemento fundamental para las personas ciegas o con
baja visión, no solamente porque es el pasaje a su independencia sino
también porque lo distingue de las personas que ven, y porque les
informa al resto de las personas de esta característica particular de
la persona portadora del bastón.

Un recurso alternativo del bastón blanco es la utilización de perros
guía,pero no es aún algo demasiado usual en nuestros países,a pesar de
que esto está regulado por normas legales recientes; sin embargo si la
persona no sabe manejar el bastón y por ende no tiene orientación y
movilidad, no puede ser usuario de perro guía.

Fuente: Funteclb Fundacion Para Ciegos

sábado, 18 de febrero de 2017

Leviatán y Behemot

“Esa serpiente sinuosa… el dragón que se encuentra en el mar”. Así era Leviatán, la bestia más tremenda y espectacular de entre las bestias de Dios, descrita en el Libro de Isaías. El quinto día de la Creación, día en que Dios dio forma e infundió vida a todas las criaturas del mar, creó al poderoso y magnífico dragón serpiente Leviatán para que sirviera de gobernante de este extenso reino marino. Las ilimitadas espirales de su inmenso y largo cuerpo se encontraban revestidas de una cubierta impermeable de escamas montadas unas sobre otras y trillaba sobre el agua con una fuerza tan explosiva que las profundidades del océano hervían como una caldera insondable. Sus más de 300 incandescentes ojos iluminaban los mares lejanos y los cielos con su brillo radiante. El vapor hirviente salía disparado de sus llameantes orificios nasales, y brillantes lenguas de fuego bailaban procedentes de sus enormes fauces. Ninguna herramienta mortal podía penetrar la armadura reluciente de sus escamas de Leviatán, ningún ser vivo en la tierra podía oponerse a su poder, y nada podía prender una chispa de miedo en su firme e indestructible corazón. Los dragones de interminable longitud eran devorados como ratones, y las aguas del río Jordán se vaciaban en sus fauces carnívoras, rebosantes de dientes de aterradora magnitud y cantidad. Tras su paso por el océano, las olas relumbraban como lentejuelas de escarcha fosforescente, y todo el mundo se maravillaba ante el asombroso Leviatán. Al principio, Dios creó un par de estas fantásticas bestias, pero cuando quedó latente que su poder colectivo era tan impresionante que el mundo entero se encontraba amenazado por la posibilidad de que existiera una raza de este tipo de criaturas, Dios destruyó a una de ellas. Como medida complementaria, creó al espinoso. Este pez diminuto fue concebido por Dios para contrarrestar los salvajes excesos del superviviente Leviatán, al cual le concedió la inmortalidad, en compensación por la pérdida de su pareja. Desde entonces, durante las tres últimas horas de cada día, Dios había estado jugando con Leviatán, divirtiéndose con su gigantesca creación – y esto había de continuar hasta el Día del Juicio. Sólo entonces moriría Leviatán asesinado por el Arcángel Gabriel, tras lo cual su carne se serviría como comida para los justos, a los cuales se les acogería en una gloriosa tienda fabricada con una porción de su iridiscente piel escamosa. El resto se esparciría por las paredes de Jerusalén, desde donde manaría su resplandor para iluminar cada rincón del mundo. A lo largo de los siglos, los eruditos bíblicos han dedicado mucho tiempo y mucha energía al enigma de la identidad de Leviatán. ¿Es posible que este símbolo majestuoso del poder de Dios se hubiera basado en una criatura real? El candidato más popular es el cocodrilo del Nilo, que si existió en Oriente Medio durante los tiempos bíblicos. Sin embargo, mientras que Leviatán era una criatura marina, esta especie está restringida al agua dulce. Y aunque existen ciertos parecidos, el cocodrilo del Nilo carece de los orificios nasales de humos y las aletas de Leviatán. Las ballenas constituyen otra de las posibles identidades de Leviatán. Pero, aunque varias especies son, de hecho, enormes, relativamente aerodinámicas en forma y están dotadas de aletas, y a veces de grandes dientes, así como de orificios nasales que arrojan chorros cuando exhalan aire (lo cual explicaría los orificios nasales de humo de Leviatán), no tienen escamas, ni ojos brillantes, y sus cuellos son cortos. El BEHEMOT Se cree que el Behemot (también conocido como Bahamuth) está asociado al hipopótamo aunque la descripción dada no se asemeja en algunos detalles, debido a que la cola del hipopótamo parecería difícil de comparar con un poderoso cedro. Ni encaja tampoco esta descripción con un rinoceronte. Aparece mencionado en la Biblia, en el Libro de Job (40,15-24) junto a otro monstruo, Leviatán, que representaría al cocodrilo. La caza de hipopótamos y cocodrilos fue un peligroso deporte practicado con cierta frecuencia por la realeza egipcia, como puede contemplarse en algunos frescos y relieves de esa cultura. En el apócrifo Libro de Enoc Behemot y Leviatán son descriptos así: Y en ese día se separarán dos monstruos, una hembra llamada Leviatán, que morará en el abismo sobre donde manan las aguas, y un macho llamado Behemot, y ocupará con sus pechos un desierto inmenso llamado Dandain. En otras leyendas hebreas ambas criaturas son enemigas que se enfrentaron al principio de los tiempos y han de ser destruidas por Dios antes de que acaben con su Creación. Otras versiones de estas leyendas sostienen por el contrario que la batalla entre los monstruos no fue al principio, sino que será el día del Juicio Final. La descripción más completa de Behemot se encuentra sin embargo en el Libro de Job: He aquí ahora behemot, el cual hice como a ti; hierba come como buey. He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, y su vigor en los músculos de su vientre. Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus muslos están entretejidos. Sus huesos son fuertes como bronce, y sus miembros como barras de hierro. Él es el principio de los caminos de Dios; el que lo hizo puede hacer que su espada a él se acerque. ciertamente los montes producen hierba para él; y toda bestia del campo retoza allá. Se echará debajo de las sombras en lo oculto de las cañas y de los lugares húmedos. Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; los sauces del arroyo lo rodean. He aquí sale de madre el río, pero el no se inmuta Tranquilo está, aunque todo un Jordán se estrelle contra su boca. Debajo de los lotos se revuelca, en la espesura de cañas y de juncos. Le cubren los lotos con su sombra, le rodean los sauces del torrente. ¿Lo tomará alguno cuando está vigilante,y horadará su nariz? Libro de Job (XL,15-24) Desde el siglo XVII ha habido varios intentos para identificar a Behemot. Algunos estudiosos lo han visto como una criatura real, usualmente como un hipopótamo, y ocasionalmente como un elefante, cocodrilo, búfalo de agua. La referencia a su "cola" que "se mueve como un cedro", es un problema para la mayoría de estas teorías, debido a que no puede ser identificado fácilmente con la cola de algún animal. El biólogo Michael Bright sugiere que esta referencia en realidad alude a la forma de brocha de sus ramas, la que se asemeja a las colas de los elefantes e hipopótamos modernos. Otra opinión es que Behemot es el producto de la imaginación del autor de Job, un símbolo del poder de Dios.

  Nota de Jorge Luis Icardi
  4 de febrero de 2017

Luis Salinas - Selección de Zambas

https://youtu.be/Vpcn4kWNJjQ

sábado, 11 de febrero de 2017

Casa tomada - Julio Cortázar (1914-1984)

Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales)
guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina.
Almorzábamos a mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa
profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por nuestros bisabuelos en nuestra
casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos;
o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.
Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio.
No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas.
Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.
Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido.
Uno puede releer un libro, pero cuando un pullover está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor lleno de pañoletas blancas, verdes, lila. Estaban con naftalina, apiladas como en una mercería; no tuve valor de preguntarle a Irene qué pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba la plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía
el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.
Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros
dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte mas retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y más allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho que llevaba a la cocina y el baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa.
Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos.
Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o en la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta.
Me tiré contra la puerta antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.
         Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene:
—Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
—¿Estás seguro?
Asentí.
—Entonces —dijo recogiendo las agujas— tendremos que vivir en este lado.
Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardó un rato en reanudar su labor. Me acuerdo que tejía un chaleco gris; a mí me gustaba ese chaleco.
Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca. Irene extrañaba unas carpetas, un par de pantuflas quetanto la abrigaban en invierno. Yo sentía mi pipa de enebro y creo que Irene pensó en una botella de Hesperidina de muchos años. Con frecuencia (pero esto solamente sucedió los primeros días) cerrábamos algún cajón de las cómodas y nos mirábamos con tristeza.
—No está aquí.
Y era una cosa más de todo lo que habíamos perdido al otro lado de la casa.
Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándose tardísimo, a las nueve y media por ejemplo, no daban las once y ya estábamos de brazos cruzados. Irene se acostumbró a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidió esto:
mientras yo preparaba el almuerzo, Irene cocinaría platos para comer fríos de noche. Nos alegramos porque siempre resultaba molesto tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre.
Irene estaba contenta porque le quedaba más tiempo para tejer. Yo andaba un poco perdido a causa de los libros, pero por no afligir a mi hermana me puse a revisar la colección de estampillas de papá, y eso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertíamos mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dormitorio de Irene que era más cómodo. A veces Irene decía:
—Fijate este punto que se me ha ocurrido. ¿No da un dibujo de trébol?
Un rato después era yo el que le ponía ante los ojos un cuadradito de papel para que viese el mérito de algún sello de Eupen y Malmédy. Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.
Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta. Irene decía que mis sueños consistían en grandes sacudones que a veces hacían caer el cobertor. Nuestros dormitorios tenían el living de por medio, pero de noche se escuchaba cualquier cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios.
Aparte de eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el roce metálico de las agujas de tejer, un crujido al pasar las hojas del álbum filatélico.
La puerta de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina y el baño, que quedaban tocando la parte tomada, nos poníamos a hablar en vos más alta o Irene cantaba canciones de cuna. En una cocina hay demasiados ruidos de loza y vidrios para que otros sonidos irrumpan en ella.
Muy pocas veces permitíamos allí el silencio, pero cuando tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media luz, hasta pisábamos más despacio para no molestarnos. Yo creo que era por eso que de noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me desvelaba en seguida.
Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamó la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado nuestro.
No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuerte pero siempre sordos, a espaldas nuestras.
Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán. Ahora no se oía nada.
—Han tomado esta parte —dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y las hebras iban hasta la cancel y se perdían debajo. Cuando vio que los ovillos habían quedado del otro lado, soltó el tejido sin mirarlo.
—¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? —le pregunté inútilmente.
—No, nada.
Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora.
Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.

Julio Cortázar
Casa tomada
(Bestiario, 1951)

sábado, 4 de febrero de 2017

El ojo biónico, un sueño cada vez más real

Sesenta invidentes de todo el mundo prueban ya el "Argus II", fabricado en EE UU, y muchos de ellos han recuperado parcialmente la visión Esta prótesis de la retina permite estimular directamente el nervio con señales de video y una carga eléctrica transmitida sin hilo según determinadas frecuencias de 60 electrodos implantados en la retina. Después de varios años de investigación, el primer ojo biónico fabricado en Estados Unidos ha sido trasplantado a unos 60 ciegos en todo el mundo, quienes pudieron recuperar una visión parcial, en algunos casos mayor que en otros. El dispositivo, bautizado como Argus 2, fue realizado por la empresa californiana Second Sight Medical Products y está compuesto por electrodos implantados en la retina y unas lentes equipadas con una cámara en miniatura. El ojo ya ha sido aprobado por las autoridades europeas, y la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) debería abrirle el paso próximamente y convertirlo en el primer ojo biónico del mundo en ser comercializado. Así, las personas que sufren de una retinosis pigmentaria, una rara enfermedad genética que supone una degeneración de los foto receptores de la retina, podrían recuperar la vista gracias a Argus 2. El número de personas que sufren esta enfermedad está estimado en Estados Unidos en unas 100.000. Estos receptores convierten la luz captada por el ojo en señales electroquímicas transmitidas al cerebro por el nervio óptico. "Esta prótesis de la retina permite estimular directamente el nervio con señales de video y una carga eléctrica transmitida sin hilo según determinadas frecuencias de 60 electrodos implantados en la retina", explicó Brian Mech, responsable de Second Sight. Las 30 personas de 28 a 77 años que participaron en el ensayo clínico de Argus eran completamente ciegas, con una agudeza visual por debajo de 1/10 frente a los 10/10 que constituye la norma. Los pacientes encontraron generalmente una agudeza de 0,17/10 que les permite distinguir formas en blanco y negro, como una persona en el marco de una puerta, o si alguien está sentado a su lado, aunque sin poder reconocer la cara. "Los resultados varían mucho de un paciente al otro. Algunos constatan una ligera mejoría, mientras que otros pueden leer los grandes titulares de los periódicos cuando antes eran totalmente ciegos", explicó Mech. En algunos casos, los pacientes fueron incluso capaces de ver en colores. Argus 2 está disponible en varios países europeos por 73.000 euros, indicó, apuntando a que el dispositivo promete ser un éxito comercial. "Tenemos muchas intervenciones quirúrgicas programadas", aseguró. Otros dispositivos Otros equipos de investigadores están tratando también de desarrollar un ojo biónico con una mayor resolución de imágenes y más electrodos implantados en la retina. El equipo de John Wyatt, del prestigioso instituto MIT (Massachusetts Institute of Technology), trabaja en un sistema que contaría con hasta 400 electrodos. Daniel Palanker, de la Universidad de Stanford de California, propone por su parte una aproximación diferente basada en minúsculas células fotovoltaicas en lugar de electrodos. "Pensamos poder implantar hasta 5.000 de estas células en el fondo del ojo, lo que permitiría tener teóricamente una resolución diez veces mejor", explicó George Goetz, miembro del equipo de Palanker. El sistema podría también ayudar a personas que perdieron la vista a causa de una degeneración macular asociada a la edad, señaló. Las células fotovoltaicas convierten la luz en impulsos eléctricos que estimulan las células nerviosas de la retina. Éstas, a su vez, transmiten las señales al cerebro. El sistema fue probado con éxito en ratas, y los primeros ensayos clínicos podrían comenzar en el próximo año, probablemente en Francia. Grace Shen, directora del programa de investigación sobre la retina del National Eye Institute, que financia una parte de la investigación, apuntó a que "el ojo biónico puede funcionar, pero hay todavía mucho por hacer" y señaló que los trabajos realizados en células madre y la optogenética son igualmente prometedores. La optogenética permite modificar genéticamente células de la retina para hacerlas de nuevo sensibles a la luz.

LA INTELIGENCIA DE LOS OBJETOS COTIDIANOS

A comienzos de año tuve la oportunidad de visitar CES, la exposición de productos electrónicos más importante del mundo, que tiene lugar cada año en Las Vegas. Allí se presentan los dispositivos más avanzados y muchos prototipos futuristas que marcan el rumbo tecnológico de los próximos años. Más allá del impacto que producen los televisores más nuevos donde, gracias a la altísima definición y la intensidad y pureza del color (a veces parece que el mundo es más lindo en la pantalla que en la realidad) hubo una tendencia que me llamó mucho la atención. Ya no basta con tener Smart TVs, Smartphones o Smartwatches. La meta ahora parece ser dotar de inteligencia a absolutamente todos los objetos de uso cotidiano.
Quiero aquí compartir con ustedes algunos ejemplos de lo más llamativo que vi en mi paso por CES.
¿Quién, por ejemplo, querrá usar una almohada estúpida pudiendo usar una inteligente? (modo ironía activado).
Zeeq, una almohada diseñada por la empresa Rem-Fit, puede conectarse a internet y reproducir a pedido música que nos ayude a dormir suavemente en nuestro oído. También detecta si estamos roncando y produce una suave vibración para interrumpir el ronquido. Finalmente, se conecta con el celular y nos ofrece un análisis de la calidad de nuestro sueño.
Samsung, por su parte, presentó una heladera inteligente con una gigantesca pantalla táctil en su puerta, que permite acceder a noticias y al clima. También es posible ver qué hay adentro desde nuestro celular en el supermercado para no comprar cosas que ya tengamos, y también saber cuánto hace que cada alimento fue guardado para evitar comer cosas en mal estado. Otra característica interesante es que puede conectarse con sitios de venta online y hacer directamente las compras de comestibles.
Pero no sólo necesitamos inteligencia en el dormitorio y la cocina. La empresa japonesa Toto desarrolló el primer inodoro inteligente. Este prodigioso aparato calefacciona la tabla para evitar sentarse sobre algo frío y dispone de un extractor que se activa directamente dentro del vaso para evitar que el aire circule. También incorpora un sistema de lavado y secado (¡no es broma!). Pero su avance más saliente es que tiene un sistema de limpieza automático que hace que sólo sea necesario limpiarlo a mano una vez al año.
También vi un bastón inteligente que alerta si la persona que lo utiliza se cae, un paraguas que avisa cuándo va a llover y te notifica si te lo olvidás, un cepillo de pelo que analiza el estado de tu cabello cada vez que te peinás, un cepillo de dientes que monitorea la calidad de la higiene dental y hasta unos zapatos de mujer donde la altura del taco puede regularse desde una app en el celular.
Más allá de que algunos de estos dispositivos parezcan introducir una sofisticación exagerada e innecesaria, el abaratamiento de los componentes electrónicos está abriendo la puerta a esta nueva generación de aparatos domésticos que, seguramente, cambien muchos de nuestros hábitos diarios, ya no sólo en el mundo público sino en nuestra esfera privada. El desafío es que esta proliferación de objetos inteligentes sirva para potenciar nuestras propias capacidades humanas y nuestra sensibilidad para apreciar el mundo, no para volvernos crecientemente perezosos, inútiles o ensimismados.
Es importante no perder de vista que la tecnología no es un fin en sí misma, sino un medio para alcanzar aquello que nos propongamos. Es en la elección que hagamos de nuestros fines y propósitos donde se juega de verdad nuestro futuro.

Nota de Santiago Bilinkis. Para LA NACION. 3 de febrero de 2017