domingo, 20 de noviembre de 2016

Las enseñanzas de la naturaleza y de los animales que no se enferman

En la salud y en la enfermedad. Basta la salud. Más vale burro sano que sabio enfermo. Está claro que si algo nos importa de la ciencia es que nos ayude a estar sanos, felices, peludos. El problema es cómo estudiar enfermedades y curas, ensayar terapias, encontrar las bases de la longevidad y la calidad de vida. Es común hablar de modelos animales de enfermedades, y allí están las ratas, ratones, conejos y monos gracias a los cuales estamos cada día mejor en cuanto a la medicina (¡y es un gracias muy grande!). Pero es menos común hablar de modelos animales de salud: entender por qué hay bichos que no se enferman nos puede ayudar a aplicar sus mismos principios en los humanos. Y hay unos cuantos en este zoológico médico. Por ejemplo, allí están los murciélagos (algunas especies, al menos), que pueden ser portadores y transmisores de un montón de virus que nos dejarían patitiesos pero ellos. vivitos y volando. Nada de infectarse con ébola o síndromes respiratorios. Nada de nada. Resulta que su sistema inmune se banca infecciones virales como el mejor; en particular, una de las líneas químicas de defensa, representada por el interferon, está particularmente adaptada para resistir a los virus. Otros de los modelos se refieren al cáncer y allí están, por ejemplo, los elefantes, que tienen cien veces más células que nosotros, pero la incidencia de tumores es mucho más baja. Todo un misterio, que fue resuelto hace poco. Resulta que, frente a un daño en su ADN, las células elefantinas se suicidan (o, en términos técnicos, sufren apoptosis) en una proporción mucho mayor que las humanas. Es más, como se sabe qué genes son los responsables de este suicidio en masa, quizá eso ayude a futuras terapias para tratar tumores en la gente. Y los elefantes no están solos en la sala de oncología. Hay un roedor -que no se caracteriza justamente por su belleza- llamado rata topo desnuda (busquen fotos y sabrán a qué nos referimos, parece una salchicha con dientes) que vive muchísimo tiempo -hasta 30 años en cautiverio- y que nunca, o al menos casi nunca, es blanco del cáncer. Resulta que hay un gen en la base de esta resistencia que, por si fuera poco, tiene que ver también con su piel y su aspecto general -incluyendo su tremenda elasticidad que les facilita meterse por pequeños túneles subterráneos. Este gen y sus variantes ayudan que las células de este monstruito tengan una especie de jaula de azúcares que les impide crecer fuera de control como ocurre en muchos tumores. Pero hay de todo en el fascinante mundo de la zoología, incluyendo animales fantásticos que pueden regenerar sus tejidos, como algunos gusanos y, quizá las más interesantes, las estrellas de mar. Sí: esos personajes de todo cuento marino que se precie pueden regenerar sus brazos perdidos en el fragor de la lucha. Resulta que estos bichejos tienen un particular tipo de "células madre" que son capaces de convencerse de que son casi cualquier tipo celular y pueden, por ejemplo, convertirse en células de brazo de estrella de mar. El asunto es cómo convencerlas y lo cierto es que, por ahora, no sabemos qué señales reciben estas madres para ir transformándose en las células adecuadas en el tiempo y el espacio correctos. Algo está claro: cuando esto se entienda quizá logremos convencer a nuestras propias células madres de reemplazar a otros tejidos que anden medio baqueteados, y esta es una de las promesas más interesantes de la biología. En resumen, hay mucho que aprender de la naturaleza. No solo de gatitos lindos de YouTube vive la zoología, sino también de diversos modelos que, quién sabe, sean la clave para vivir mejor y más sanitos.

Nota de Diego Golombek. LA NACION.
20 de noviembre de 2016.

martes, 15 de noviembre de 2016

BUENO, RÁPIDO Y BARATO.(ELIJA DOS).

Bueno, rápido y barato: elija dos. Los productos y servicios ofrecidos por las empresas implican elecciones en términos de calidad, rapidez y precio; más allá de los slogans publicitarios, siempre debe sacrificarse alguna de las tres variables para llegar a una propuesta viable. ¿Qué estaría dispuesto a ceder? Tanto las empresas, como los clientes, deben realizar permanentemente elecciones. "Bueno, rápido y barato: elija dos" es un antiguo y ocurrente refrán aplicable a distintas situaciones de negocios. Su alcance va desde la administración de proyectos, pasando por el control de calidad, y llegando a la siempre polémica definición de los precios de venta. En este último caso, este refrán es sumamente revelador para entender las estrategias de precios de empresas, y también de trabajadores independientes. Las compañías seducen a su segmento de clientes objetivo ofreciendo generalmente hasta dos de las alternativas que menciona el refrán, mientras que la tercera será la variable de ajuste para hacer económicamente viable la propuesta total. Veamos algunos ejemplos interesantes. Rápido y barato El subte es una alternativa de transporte barata y rápida dentro de Capital Federal. Aún luego del último aumento, en términos relativos, continúa siendo una opción económica. Por supuesto que la comparación de precios incluye otras alternativas de transporte rápido, como un taxi o un auto particular. Ahora bien, particularmente en horas pico, tomar el subte implica resignar comodidad, al viajar de pie y generalmente apretujado, además de estar expuesto a robos y arrebatos, frecuentes en las grandes aglomeraciones de personas. Bueno y rápido Starbucks, la cadena de cafeterías más grande del mundo, se caracteriza por ofrecer distintas variedades y combinaciones de café en un entorno muy cuidado. Su posicionamiento en Argentina, es el de un producto premium con una imagen de marca internacional. Además, la atención a los clientes es relativamente rápida, ya que la cadena sigue el formato fast-food. Sin embargo las distintas alternativas servidas por Starbucks promedian no menos de $20 por unidad, al menos el doble que el precio probable en un bar tradicional. Barato y bueno Los outlets son formatos de negocios donde se venden productos que han sido discontinuados, pertenecen a temporadas pasadas, o tienen algún tipo de defecto menor. Pueden encontrarse productos de alta calidad, de marcas reconocidas, a precios muy convenientes. Sin embargo, quienes quieran acceder a estas oportunidades deberán estar dispuestos a invertir tiempo y contar con una dosis de suerte en la búsqueda. Usualmente los outlets se encuentran localizados en zonas alejadas de las áreas comerciales más importantes. Además la disponibilidad de productos (talles, modelos, colores) es limitada, por lo que el factor suerte es un gran determinante de la posibilidad de hacer un buen negocio. Pueden ser necesarias varias visitas hasta encontrar una verdadera oportunidad. ¿Todo a la vez? Como puede observarse en los ejemplos anteriores, se trata de tres casos exitosos y perdurables, en los cuales las empresas han realizado claras elecciones. Por supuesto que cada caso apunta a ciertos segmentos de clientes en particular. Algo que las empresas han comprobado es que resulta imposible ser la mejor opción, para todo el mundo, con un único precio. Entonces de aquí puede derivarse una posible vía alternativa para ampliar el alcance de las propuestas comerciales. Las empresas pueden lanzar una variedad de productos o servicios, que representen propuestas atractivas para diferentes grupos de clientes, a distintos niveles de precios. Esto representa segmentar precios. Por ejemplo, en el caso de los pasajes de avión, una opción "buena y barata" puede alcanzarse mediante los descuentos por compras con al menos 60 días de anticipación. Si lo que el cliente busca es una alternativa "buena y rápida", las aerolíneas suelen reservar pasajes para ser vendidos a último momento, aún en temporada alta, aunque a precios elevados. Si la opción preferida es viajar en forma "barata y rápida", entonces habrá que tener las valijas preparadas para aprovechar ofertas de último momento, resignando la comodidad de tener una agenda ordenada. De esta forma las empresas ofrecen un menú de alternativas a diferentes precios, y es el propio cliente quién define cuál de las tres variables clave (bueno, rápido y barato) decide resignar. Ariel Baños . fijaciondeprecios.com 15 de Noviembre de 2016. Procesado porJorge Luis Icardi.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

CIENTÍFICOS LOGRAN VER COMO SE ROMPE UNA MOLÉCULA Y DEJA ESCAPAR UN PROTÓN.

Científicos logran ver cómo se rompe una molécula y deja escapar un protón. La hazaña científica que revela la rotura de enlaces químicos de una molécula. Científicos de España, Estados Unidos, Holanda, Dinamarca y Alemania, han conseguido por primera vez observar en directo y fotografiar cómo se rompe una molécula y deja escapar un protón, un hito pensado hace 20 años pero imposible de lograr hasta ahora. La hazaña científica que revela la rotura de enlaces químicos de una molécula tras lograr monitorear directamente la localización de todos los átomos de una molécula entera la publica la revista Science y supone un avance en la comprensión y control de estos procesos. Según explicó hoy el profesor del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Barcelona y líder de la investigación, Jens Biegert, la simple idea de poder ver cómo se rompen las moléculas o se transforman durante las reacciones químicas era hasta ahora algo inalcanzable. La dificultad radica en que requiere seguir todos los átomos de una molécula, con una resolución temporal de pocos femtosegundos (1 femtosegundo es la milésima de la billonésima parte de un segundo, es decir, 0,000000000000001) y una resolución espacial subatómica. Por eso, poder obtener imágenes "instantáneas" con una resolución espacio-temporal combinada para visualizar una reacción molecular era considerado hasta ahora una cosa únicamente de ciencia ficción. Hace 20 años, una de las ideas propuestas tomó en cuenta el uso de los propios electrones de la molécula para fotografiar su estructura: es decir, enseñarle a la molécula a hacerse un selfi. Según Biegert, "la idea era brillante, pero imposible de aplicar, hasta hoy", cuando los científicos han obtenido imágenes de la rotura de un enlace molecular de acetileno (C2H2) en nueve femtosegundos después de su ionización. El equipo ha logrado realizar un seguimiento de los átomos individuales de una molécula aislada de acetileno con una resolución espacial de hasta 0,05 ngström -una resolución más pequeña que el ancho de un átomo individual- y con una resolución temporal de 0,6 femtosegundos. Incluso fueron capaces de desencadenar la rotura de un solo enlace de la molécula y ver cómo un protón era expulsado de la misma. "Nuestro método ha conseguido finalmente la resolución espacial temporal necesaria para poder tomar imágenes instantáneas de la dinámica molecular sin perder ninguno de sus eventos, y estamos ansiosos por probarlo en otros sistemas moleculares como catalizadores químicos y sistemas bio-relevantes", explicó Biegert. El equipo fabricó una fuente de láser ultrarrápido en el infrarrojo medio, con tecnología puntera en el mundo, y lo combinó con un microscopio de reacción para detectar los momentos de distribución en 3D de electrones e iones en plena coincidencia cinemática. Los investigadores orientaron una sola molécula aislada de acetileno en el espacio con la ayuda de un láser de pulso corto. Luego, usaron un pulso infrarrojo lo suficientemente fuerte para liberar un electrón de la molécula, se aceleró este electrón con una trayectoria de retorno y se le obligó a dispersarse sobre la molécula ionizada de origen, todo ello en sólo 9 femtosegundos. Este es el primer experimento en lograr tener una visualización directa de la rotura del enlace y una observación del protón durante su expulsión de la molécula ionizada (C2H2)2+, algo que nunca se había visto antes. "Tomamos un electrón, lo condujimos a lo largo de una trayectoria específica con el láser y lo dispersamos sobre una molécula aislada para observar y registrar su patrón de difracción y es sorprendente poder imaginar y comprender las escalas de tiempo y longitud del experimento", detalló Biegert. Informe de Jorge Luis Icardi. Nota del Profesor Jens Biegert del Instituto de Ciencias Fotógenas de Barcelona, España. 2 de noviembre de 2016.