un día salí a pasear.
Caminé. Hice un paso. No importa si estaba bien que avanzara hacia allí porque no es algo que pueda ser sometido a juicio de valor.
Cuando lo inquietante convoca no debe hacerse preguntas, porque no habrá respuestas
ni sencillas ni definidas. Tampoco definitivas.
Ser libre de elegir cosas, personas, lugares y desde ahí pensar,
mejor dicho sentir que es posible.
Traspasar el umbral tiene un peso y un valor.
Poder hacer algo diferente.
Creer que es factible que algo que alguien o que todos sean distintos
aunque sus rostros sean iguales.
Salir hacia algún lado. Que valga la pena.
O que no haya pena y por eso valga...
Prof.
Valeria Gárber
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