Preceptos del Club Privado 34 1. “Nuestra mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos”. 2. “Escucho y olvido. Veo y recuerdo. Hago y entiendo”. 3. “Aquel que procura asegurar el bienestar ajeno, ya tiene asegurado el propio”. 4. “Los vicios vienen como los pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos”. 5. “La ignorancia es la noche de la mente, pero una noche sin luna ni estrellas”.
domingo, 5 de diciembre de 2021
La leyenda del Gauchito Gil
La historia detrás de su figura trae aparejada una historia de milagro y muerte.
El gaucho Antonio Plutarco Cruz Mamerto Gil Núñez (1847- 1868) fue un joven correntino que luego de participar en la guerra de la Triple Alianza fue reclutado por el Partido Autonomista para pelear en la guerra civil correntina contra el opositor Partido Liberal, pero desertó.
Dado que la deserción era delito, fue capturado, colgado en un árbol de Espinillo y muerto por un corte en la garganta.
Cuenta la leyenda que Gil le dijo a su verdugo que debería rezar en su nombre por la vida de su hijo, que estaba muy enfermo. Luego de matarlo, el hombre llegó a su casa y encontró a su hijo al borde de la muerte.
El verdugo, de apellido Zalazar, rezó al Gauchito Gil y su hijo sanó milagrosamente. Las personas que se enteraron del milagro construyeron un santuario, que aún permanece y donde se le rinde culto.
El culto del Gauchito Gil se ha extendido desde la provincia de Corrientes hacia el resto del país, con varios santuarios en su honor en caminos urbanos y rurales.
Desde entonces, los devotos del Gauchito le hacen ofrendas y le prenden velas rojas en el santuario ubicado a kilómetros de la ciudad correntina.
A su vez, se toma la tradición de envolver con banderas rojas o pintar de rojo los santuarios de veneración al Gauchito Gil, dado a que es el color que caracteriza al Partido Autonomista en la provincia de Corrientes, al que pertenecía el Gauchito Gil.
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